Por. David Arce Rojas

Julio 28, 2020

El presidente Duque, en su discurso de instalación de las sesiones ordinarias del Congreso de la República el pasado 20 de julio, planteó el “Nuevo Compromiso por Colombia” del cual quiero resaltar el Compromiso con el crecimiento limpio.

Dijo el primer mandatario que para avanzar en la idea de “producir conservando y conservar produciendo”, se acelerarán 27 proyectos estratégicos de energías renovables y de transmisión: 9 serán eólicos, 5 solares, 3 geotérmicos, 1 de hidrogeneración, acompañados de 9 líneas de transmisión. Así se busca posicionar a Colombia como líder regional de la transición energética. Estos proyectos, por más de 16 billones de pesos de inversión, generarán 55.000 empleos.[1] Todos en trámites de licenciamiento ambiental o enfrentados al derecho fundamental de participación  de las minorías étnicas en la consulta previa. [2]

¿Será que las políticas públicas del gobierno no involucran el hidrógeno verde como un actor fundamental en la transición energética, principalmente en la descarbonización del transporte y de la industria?

Colombia está comprometida internacionalmente con la reducción en la emisión de Gases Efecto Invernadero – GEI-, cuando se firmó en el  2010  el Convenio De Biodiversidad  de Aichi (Japón), y además estamos próximos a atender, y no solo ratificar el compromiso sino aumentarlo, el Convenio de Biodiversidad 2020 que se realizará este año en China. Debe existir una mejor articulación entre las carteras de ambiente y energía.

Para limitar el calentamiento global es fundamental reducir el efecto invernadero que produce los GEI. Las cuotas globales de las actividades que producen estas emisiones son: energía fósil el 68%; agricultura, 12%; procesos industriales, el 7 % y otros, el 14 %, de un total de aproximado para el 2020 de 50 GtCO2e/año (50 mil millones de toneladas de carbono equivalente al año). Por esto en París (2015) la humanidad acordó reducir el calentamiento en 1.5 – 2 grados centígrados. Con políticas energéticas tendientes al cambio de las fuentes de energía, como carbón por gas natural, crecimiento agresivo de renovables, gas natural e hidrógeno verde sostenible a largo plazo. Gestión eficiente de la energía, con almacenamiento  de la electricidad para renovables fluctuantes, tecnología de red inteligente  para respuesta a la demanda. Eficiencia energética mejorada, como uso eficiente de la energía, acoplamiento de los sectores como descarbonizar  el transporte y la industria.

Con estos compromisos internacionales y la nueva tendencia social de la humanidad hacia un entorno ecológico mas amigable, se nos hace extraño que el compromiso con el crecimiento limpio no incluya el hidrógeno como un jugador trascendental en la transición energética.

El enlace y la interacción del hidrógeno verde  con los otros sectores de la economía, lo que los expertos denominan el “acoplamiento de sectores”, es permitir a este nuevo jugador entrar a estas industrias con la tecnología fundamental que es la electrólisis, y así ingresar a  la generación de energía renovable (eólica, solar, hidráulica) con la reelectrificación con turbinas de gas, motores, celdas de combustibles y electrolizadores. En el transporte  terrestre, marítimo y aéreo. En la industria y las residencias  utilizando la red de gas natural existente. En otras industrias como la química, para producir amoníaco o  fertilizantes  verdes, entre otros.

En Europa ya se están dando pasos para impulsar su desarrollo, como la estrategia presentada el 8 de julio por la Comisión Europea. El objetivo es desplegar el uso del hidrógeno a gran escala utilizándolo en sectores donde sea difícil la descarbonización. Así mismo, un grupo de compañías del sector del gas presentaron múltiples proyectos innovadores que apuestan por el hidrógeno verde como la tecnología del futuro.

Por otro lado, el 4 de junio el gobierno alemán, líder en el uso del hidrógeno verde, anunció la estrategia nacional de hidrógeno, adicionado al presupuesto federal en $10 billones de euros para incrementar la capacidad de la electrólisis  para aumentar la producción de hidrógeno, inversión que también hace parte del plan de recuperación de la economía germana afectada por el coronavirus. 

Como lo hemos venido expresado en estas líneas, el hidrógeno verde será una vía eficaz para reducir las emisiones en estos sectores de energía, transporte e industria. En el caso de la energía, reduciendo significativamente el consumo de la energía primaria, para  el transporte como combustible, fundamentalmente para el transporte pesado y de largas distancias, y en el caso de la industria, tanto en aquellas que usan hidrógeno como las refinerías de petróleo o en la producción de muchos compuestos químicos, como para sustituir combustibles más contaminantes como el gas natural o el carbón en los procesos de generación de calor.

En nuestro vecindario el  15 de julio Chile dialogó con Japón, Corea del Sur, China, Singapur y Alemania para desarrollar hidrógeno verde con vistas de exportación. El país del cono sur de nuevo nos da ejemplo de liderazgo en la política de la industria extractiva. Chile cuenta con capacidad de producir hidrógeno  verde para satisfacer la demanda interna y ya piensa en exportar, creando la economía de exportación  de energía verde. Amén de que se puede crear una nueva industria química sustentable que le dé valor agregado a esa energía renovable exportable, por ejemplo, con la producción de amoníaco verde, fertilizantes verdes, metanol verde o combustibles sintéticos verdes, la relevancia de este nuevo sector económico es aún mayor.

Con estas señales del mundo Colombia debe crear una estrategia nacional de hidrógeno que de los lineamientos de la cadena de valor completa del hidrógeno, que permita una reglamentación ágil y facilitadora  para dar inicio al fomento, planeación y ejecución de los proyectos  de hidrógeno verde.

Por el momento en Colombia existe la iniciativa de crear la Asociación Nacional de Hidrógeno, de la cual hago parte, con la finalidad de conocer sobre la economía  del hidrógeno verde por intermedio de  una cooperación abierta, para lo cual se están adelantando trámites para su creación, así como la confirmación   de los diferentes órganos internos como  comités técnicos, de investigación y desarrollo, de reglamentación y de difusión y comunicaciones. Todo este esfuerzo hay que hacerlo público ya que un factor importante es la sociedad civil en la que nos movemos y se requiere ayuda desde todos los sectores.

Es de vital importancia que se involucren la academia, la universidad, los institutos de formación técnica, pero especialmente la industria que es la llamada a capacitar y entrenar el recurso humano especializado en esta tecnología, capital humano que posibilitará el establecimiento de esta nueva industria.

El hidrógeno no es solo un negocio, es la producción de energía limpia que aportará al crecimiento económico del país, sino la producción de bienestar para los colombianos y la humanidad.

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[1] Los 9 Proyectos eólicos todos ubicados en el departamento de la Guajira, Camelia (Celsia) Tumawind (ENEL Green Power) Windpeshi (ENEL Green Power) Acacias 2 (Celsia) Betha (EDPR) Casa eléctrica (AES) Alpha (EDPR) Chemesky (ENEL Green Power) Apotolorru (AES).  Los 5 proyectos  solares  son La Loma Solar (ENEL Green Power) El Paso Solar (ENEL Green Power) Campano (Trina Solar) CSF Cartago (trina Solar) CSF San Felipe (Trina Solar), los 3 proyectos térmicos son Termosolo I, Termosolo II, El tesorito (Celsia)  y el proyecto Hidráulico es Miel II, y 9 líneas de transmisión

[2] Consulta previa digital transgrede este derecho